Los estrenos del año 1947: Los extremos de la crítica II

Después de la inauguración de la Comedia Nacional el 2 de octubre de 1947 con El León Ciego de Ernesto Herrera, la nueva compañía estrenó siete obras todas de autores nacionales a razón de una por semana. Esta primera temporada despertó grandes debates a favor y en contra de la selección de obras y la calidad de los espectáculos.

Después de la inauguración de la Comedia Nacional con El León Ciego de Ernesto Herrera (ver nota aparte), la breve temporada de 1947 transcurrió de octubre a diciembre de ese año con el estreno de siete obras. El objetivo principal de la creación de una compañía municipal fue representar autores uruguayos. La primera Comisión de Teatros Municipales y en particular su presidente Justino Zavala Muniz, optaron por representar textos de Julián García, Isidoro Sagües, Armengol P. Font, Ramón L. Alvarez, Carlos María Princivalle y Horacio Sanchez Roge. Además se representó una obra breve de Florencio Sánchez.
Esta obsesión por el autor nacional ya estaba presente en la compañía de Carlos Brussa y en los emprendimientos conjuntos de éste y Curotto en las décadas anteriores. Se afirma que Zavala decidió representar a todos los autores que tuvieran piezas disponibles para que no hubiera lugar a quejas. Ruben Yañez recuerda: Zavala me decía, hicimos todas las obras que ya estaban escritas para que nadie pudiera protestar , fue el modo de que se callaran la boca los autores... Si, hacían una por semana , ensayaban poco... (*I)

Algunas de las obras habían sido premiadas en los concursos del Ministerio de Instrucción Pública. En casi todos los casos eran autores que se representaban por primera vez . Todos los espectáculos fueron dirigidos por Carlos Calderón de la Barca con excepción de El hombre natural que fue puesta en escena por el propio autor.
Esta breve y nutrida temporada provocó múltiples reacciones en el ambiente teatral montevideano. En la prensa especializada se puede percibir una tendencia a comprender las dificultades del comienzo y por otro lado a condenar con severidad, la elección de las obras, el desempeño del elenco y de la dirección. Todos los espectáculos se representaron en el Teatro Solís.

Promediando la temporada la crónica de Marcha firmada en esta ocasión por las iniciales G.N. se preguntaba si era posible sostener una temporada basada exclusivamente en autores nacionales:
Simultáneamente con la aparición en cartel de la tercera obra en la Comedia Nacinal, notamos entre la gente que por una u otra razón se ve obligada a comentar el acontecimiento, una actitud entre perdón y disculpa, mezcla de buenos deseos y reproches, especie de conflicto de sentimientos que llama a justificación y aclaración.
¿Cómo decir, en efecto, que el espectáculo es pobre, o de mal gusto o rematadamente malo, y al mismo tiempo no dañar esa suma de legítimos anhelos y esperanzas que es la Comedia? Se ha dado cumplimiento al pedido de años y años de constituir la Comedia, La Comedia a secas, sin especificaciones. Será cuestión de emprender una nueva campaña (a ver si obtiene igual éxito que la primera) pro calidad artística? El principio del funcionamiento de la Comedia Nacional, pasada la alegría justificada ante el cumplimiento de la primera demanda nos hace sentir más de lo necesario que se trata de un muy precario principio.
Por ejemplo: constituye una verdadera hazaña en términos de negocio teatral, abrir un teatro a cincuenta centésimos la platea; la Comedia consiguió sin embargo duplicar esa hazaña, ofreciendo espectáculos que no lo valen. Además nos parece que al ostentar en la cartelera el rótulo del escritor compatriota , la comedia está dando cumplimiento a una de las cosas más importantes que le toca realizar, a saber, rescatar de la ineditez al autor nacional, elemento postergado por excelencia. Pero a la vez, no cabe duda, este mismo expediente puede ser un peligro para el autor nacional si es usado sin discriminación.
Por otra parte , el autor no es el único elemento postergado; está también el actor (caso de todos los integrantes de la Comedia) que merece una oprtunidad de lucimiento, de acreditar sus mejores cualidades, que no siempre coinciden con las del autor. Y hasta podíamos decir que está también el público, que por alentar con su aporte esfuerzos a menudo fallidos, por el solo hecho de que los sabe loables, merece la compensación de que se le ofrezca un espectáculo decoroso. El teatro no puede crecer y prosperar a expensas de uno solo de los elementos que lo componen. Y si en países de vanguardia y tradición en la materia como Inglaterra y Francia, no hay un conjunto capaz de mantener una temporada a base de un repertorio nacional exclusivamente, ¿no es injusto pedir precisamente esto a uno del Uruguay que recién se está iniciando?
 (*II)

El elenco fundador de la Comedia Nacional incluía la presencia de José Mara y Reynaldo Piccardo como primer y segundo apuntador respectivamnete. Personajes fundamentales para llevar adelante el ritmo de estreno semanal con el mismo elenco Cada teatro tenía un lugar especial, la concha del apuntador ubicado en el borde del escenario. En el Teatro Solís había dos maderas recubiertas por terciopelo rojo con las iniciales T.S. El apuntador accedía a ese lugar desde el sótano, solo asomaba su cabeza. Recuerda Antonio Larreta:
En ese momento, el apuntador era en rey, era la clave del espectáculo, no se podía armar una compañía si primero no tenías un apuntador, después buscabas a la primera actriz y el primer actor. No solamente la Comedia estrenaba una obra por semana....Las compañías europeas que venían, algunas de las cuales eran maravillosas porque traían todo, escenografía..también. (*III)

En diciembre del año 1947 en los habituales balances se reconocen virtudes y defectos de la nueva compañía oficial. 
El cronista de El Plata encontró aspectos positivos como la afluencia de público y reconoció superación en cuanto a la calidad de los espectáculos: 
Cuando el señor Zavala Muniz en nombre de sus compañeros de comisión expresó en una reunión de prensa, los propósitos que animaban la creación de la Comedia Nacional, manifestó claramente: Haremos una temporada de ensayo, con obras nuestras, actores nuestros, escenógrafos del país y para el público nuestro, lo que quiere decir que regirán precios eminentemente populares . (...) La Temporada de Comedia Nacional que anoche terminó en el Solís se desarrolló dentro del plan prestablecido (sic) por sus dirigentes y hoy, frente a la evidencia de los números que tan fácilmente se pueden comprobar, puede decirse que la concurrencia diaria de espectadores ha superado en mucho a la que asistiera en todas las temporadas oficiales anteriores. (El promedio diario de localidades vendidas durante la temporada que terminó anoche sobrepasa el medio millar)
... Cada uno de los espectáculos realizados, fue demostrando un afán de mejoramiento en todos sus aspectos, que también hemos venido señalando en estas columnas. Acaso en el repertorio, deba irse a la inclusión de obras del teatro americano y europeo, aun como medio de valorizar nuestra propia producción. Y acaso también, convenga, que para determinadas producciones, se recurra a grandes figuras en el terreno de la interpretación, dirección o escenografía. Pero es evidente que el cuadro de intérpretes permanente ya existe en nuestro medio, como lo acaba de demostrar la temporada que finaliza. (...)
... La etapa que terminó anoche ha señalado experiencias y enseñanzas y ha puesto en evidencia que a pesar de algunos pronósticos o deseos la Comedia Nacional está en marcha... Su vida la han decidido la crítica sensata que señaló sus errores y estimuló sus esfuerzos con elogios justos y el público, que pasó por las boleterías del Solís en cantidades que no lo había hecho hasta ahora por ninguna otra temporada oficial.
Queda, pues, en manos de la Comisión de Teatros Municipales, el futuro y la prosperidad de nuestro teatro. 
(*IV)

En el semanario Marcha dentro del balance de la temporada montevideana Carlos Martínez Moreno dedicaba un espacio a lo que consideró una experiencia lamentable:
Largamente ponderada como experiencia acerca de la posibilidad de nuestros valores en actores y autores, la Comedia Nacional si ha de tomarse realmente como demostración de sus invocados títulos- resulta desalentadora. Aún no tomándola más que como fracaso envuelto en retórica, sin mayor compromiso de otros bienes, resulta lamentable. Lamentable por lo que pudo haber sido y no fue; por lo que podría haber sido con menos nacionalismo indigente, con menos fantasía de construir sobre La Nada, -o la casi Nada- eran, para el caso, los títulos nuevos de autores nacionales, de que se disponía, y el elenco que, en conjunción de actores profesionales, en su mayoría de radio, y actores amateurs, se formó, a medias por elección directa, a medias por concurso, de jóvenes, para someterlo finalmente a una dirección nominal que nada hizo por el arreglo de las flagrantes disimilitudes. Así, dispar y pobre el elenco, malas las novedades en las que se sustentó exclusivamente la temporada (luego de la más atinada reposición de El León ciego de Ernesto Herrera), desajustada o, por mejor decir, inexistente la dirección escénica, y muy desproporcionadas la suficiencia y la pretensión de estar haciendo algo histórico por nuestro teatro, todos esos ingredientes llevaron al fracaso de la Comedia Nacional, la redujeron al campo de la irresistible buena intención que es siempre, en teatro, la manera de salvar en autoridad de los principios lo que se ha perdido en la práctica de los resultados. C.M.M. (*V)


JUAN FELIPE

El 16 de octubre se estrenó Juan Felipe de Julián García, el elenco estaba integrado por: Zelmira Daguerre, Miguel Moya, Enrique Guarnero, Rómulo Boni, Rosita Miranda, Maida Calvo, Alberto Candeau, José Fernández, Carlos Muñoz, Nelson Nazzari, Martha Castellanos Cotina Jiménez, Mary Marchissio, Ramón Otero, y Horacio Preve. La escenografía de Héctor Fernández y González, bocetos del arquitecto César Martínez Serra.

El crítico teatral de Marcha, Carlos Martínez Moreno tituló:Homologación oficial del radioteatro y juzgó de forma muy severa el texto, la actuación y la escenografía:
Si el primer espectáculo de la Comedia Nacional, en sus notorias imperfecciones, en sus serias irregularidades, podía dejar todavía alguna esperanza, que era cuerdo mantener hasta ulterior evidencia a ese respecto, el segundo espectáculo, que ha tenido por base la obra del autor nacional Julián García titulada Juan Felipe , ha tenido que desilusionar por completo a quienes alentaron algún resto de credulidad acerca de la Comedia Nacional. (...) Juan Felipe drama METAFÍSICO aderezado con machiettas, con variedades de socorrida y primaria gracia regional, de estas que ya ha agotado el sainete; conducido con un sentido del teatro de la más ortodoxa calidad radial; dialogado con artificio y sin ningún acendrado don literario que hiciera excusables sus falacias; atareándose entre treinta personajes que se le escapan por todos lados, indóciles al duro y primitivo dibujo de que es capaz la imaginación que los ha soltado, es una demostración queremos creer que una capciosa demostración- de que no hay autores nacionales capaces de acudir en ayuda de una temporada nacional.
Los actores, por su parte, intentaron completar el aserto, para que pueda serles extendido.
Faltos de dirección y, en casi todos los casos, de gusto y contención, recordaron con cierto exceso patético en la multiplicada insistencia de sus partes, la heterogenidad insanable de su reclutamiento, la imposible confluencia de sus destinos, de icrófono y escena amateur .Los primeros suponen, intrasferiblemente, su público. Los segundos, la trascendencia del empeño, (que dé el tono de la generosidad de intención a sus imperfecciones), la buena obra y el afán ambicioso del teatro, que los exima de mostrar su aprendizaje ante el público, sin más que eso como lo hacen en Juan Felipe .
Los pocos actores que podían orillar esta doble barrera de limitaciones (Candeau, Otero, Guarnero) tampoco se encontraron en sus papeles, entraron en el desafinado espectáculo, se sumaron a él.
Juan Felipe , mal escrito, mal dirigido, con mala escenografía. En todos los casos, explicable de elección, solo expresivo en el reisgo que pueda ocasionar a la temporada que, con su yerro de esta índole, tropieza al punto de empezar.

Martínez Moreno cuestionaba la existencia de autores uruguayos:
En primer lugar, Juan Felipe tiende a demostrar por el solo hecho de su selección- la inexistencia palmaria de los autores nacionales, en cuyo nombre y a cuenta de las oportunidades legítimas que una temporada nacional pudiera darles, fue en gran parte patrocinada esta empresa. Esa facilidad de simpatía que se consigue invocando al presunto y postergado autor nacional, relegado por la novelería extranjerizante, como se dice siempre en la oratoria y la literatura nacionalistas que sazonan estas cruzadas, ha sido duramente gopeada por la presentación de Juan Felipe , lamentable hasta en la frustración que, por desvío, no le permite ser un sainete. (*VI)


TACOS TORCIDOS

El tercer espectáculo se estrenó el 24 de octubre. Fue la piezaTacos Torcidos de Isidro Sagües. Integraron el elenco Constante Scartaccini, José O. Fernandez, Carmen Casnell, Alberto Candeau, Héctor Cuore, Flor de María Bonino, Blanca Stiger y Enrique Guarnero. La escenografía también de Héctor Fernández y González sobre bocetos de Carlos Puig Vázquez.
Sobre esta obra se escribió en Marcha:
Esforzándonos por decir algo agradable de la pieza, y después de buscar mucho, terminamos por concluir que su autor probablemente está lleno de buenos deseos; que quiere exponer, a grandes rasgos, las penurias de la clase media, las inconveniencias del empleo público, y lo que uno de los personajes llama la injusticia formalista de los jefes No obstante a todo ello, el teatro, como el infierno y como muchos otros lugares está pavimentado de buenos deseos; y no por bien inspirado e inocente se hace menos intransitable este particular y reciente adoquín de nuestro teatro.
Por la índole de su tema (un cuadro de nuestra clase media), el dramaturgo parecería perseguir lo común no lo extraordinario; algo facilmente reconocible nuestros vecinos, tal vez nosotros mismos; un caso de la vida, como si dijéramos. Sin embargo el ambiente de Tacos Torcidos es algo completamente fuera de este mundo. Todo cuanto se dice y se hace transcurre dentro de la mayor solemnidad y estiramiento(...) Está también la absoluta falta de intriga, de suerte que los finales de acto caerían igualmente bien en cualquier punto dado de la partitura. Agreguemos todavía la incapacidad ingénita imaginable de articular una sola frase con naturalidad, y ya tendremos el ideal de una velada amena en el teatro.(...)
Un público de sábado de noche, en vista de la poca oferta de chistes, optó por reirse con el que justicieramente consideró el mejor de la pieza; es aquel cuando el novio salido a pocas millas de Pardo , y para mayor síntesis llamado El , dice Chúpate ésa . Abandonando el teatro con aire de desconcierto podía también planear una disyuntiva no irrazonable, a saber: si hay obras nacionales mejores que Tacos Torcidos , que se representen; y si no las hay, pues que se haga teatro bueno proveniente de cualquier país. G.N.
 (*VII)


TRES LUNAS DE MIEL EN AVIÓN

El 5 de noviembre se estrenó Tres lunas de miel en avión de Amengol P. Font, integrando el elenco: Cotina Jiménez, Zelmira Daguerre, Carmen Casnell, Horacio Preve, Miguel Moya, Guzmán Martínez Mieres, Alberto Candeau, Constante Sacartaccini, Maida Calvo y Martha Castellanos. Nadina de Armas y Vicky Schepard fueron contratadas especialmente. Los decorados y bocetos de Héctor Fernández y González.

En Marcha (*VIII), se consideró que no mejoraba la gravedad de la situación de la Comedia Nacional con este estreno:
Esta comedia , en la que se habla de romances, de cine, de ajedréz, de filosofía de la vida, de todo cuanto viene a mano porque nadie queda en ella sin réplica, sin la última palabra dicha-, tiene el aire ligero e inconsciente de una obra de hechura profesional, escrita para divertir al público. En un modo menos penoso que las anteriores lo logra, aunque sin disimular sus defectos, que siguen siendo los que se resumen en el tributo de aprendizaje que todos, de arriba abajo, pagamos por esta incursión en el posible teatro nacional.
A pesar de su descuidado trazo, de sus situaciones resueltas o descabezadas sin rigor, a pesar de que su poquedad de sustancia nada deja a la presunta imaginación sobre las posibilidades de un teatro uruguayo, no cabe reprochar a 
Tres lunas de miel en aviónla más seria insuficiencia que con su pretexto volvió a revelar la Comedia Nacional.
Nos referimos a la total ausencia de dirección que pueda llamarse así. Los patéticos defectos que se dan en la interpretación desde la total insapiencia escénica de algunos hasta la desenvuelta e incoercible machietta de otros, revelan que no hay dirección que se encargue de los yerros más visibles, que ordene un tono, que imprima cierta unidad al entendimiento probable de las partes. Por lo demás en esta empresa iniciada bajo la invocación de la cultura, se oye decir te garanto , aficción por la ajedrez ,fuistes , en un estilo impremeditado que no es el de los graficismos, el de la fidelidad realista al habla corriente. 
En el plano de las iniciativas personales, que es el único en que se conjugan los esfuerzos de la Comedia, las escenografías siguen siendo desconcertantes; aunque en estricta justicia, no más que otros aspectos que hemos enumerado rápidamente.C.M.M.


EL HOMBRE NATURAL

Una farsa en tres actos de Carlos M Princivalle, El hombre naturaldirigida por el autor se estrenó el 21 de noviembre. La escenografía era de Enrique Lázaro. Trabsjsron los integrantes de elenco estable: Miguel Moya, Humberto Navarro, Enrique Guarnero, Horacio Preve, Alberto Candeau, José O. Fernández, Constante Scartaccini, Cotina Jiménez, Blanca Stiger, Rosita Miranda, Mora Galián, , Maida Calvo, Nelson Nazzari, Ramón Otero, Rómulo Boni y Guzmán Martínez Mieres. Contratadas para esta pieza Mercedes Montalvo, Vicky Schepard, Gladys Areta.
En esta oportunidad el cronista de Marcha opinaba:
Por más de una razón esta obra quedará acaso como una de las más típicas de la temporada presente. Algunos (tal vez el mismo autor, como se desprendió de su discurso final) han descuidado el hecho de que la existencia del hombre natural es, en la farsa, una impostura remunerativa de dos estudiantes; naturalmente que de Medicina), para pretender que ella postula el regreso del hombre a su estado de naturaleza, denostando las presuntas excelencias de la civilización. La tesis, como todo el mundo sabe, pertenece al siglo XVIII y se la apropió el Romanticismo. El lenguaje con que el autor la desarrolla es mucho más actual: pertenece a fines del siglo XIX, época ya más distante que el siglo de Pericles, por su desairado envejecimiento en el gusto. Y cuando se quiere hacer alguna incursión a la realidad de hoy, la obra confía al baile, a una raqueta de tennis, a algún toque de modernidad tan visto en ese carácter como sentido con ánimo retrospectivo.
La crónica puede proponerse la consideración literaria de El hombre natural . En tal sentido , nada más ilustrativo que la transcripción fiel. En la farsa de Princivalle se dice, a propósito del bautismo: Los niños de pecho sólo están preparados para la succión (...) 
Tampoco puede desatenderse el asunto: dos estudiantes para hacer dinero, urden la especie de que se ha hallado, en el fondo de cualquier selva, al hombre natural al que allí llaman antropos selvaticus estrangulator (...)
Sobre los actores recayó enteramente la gratuidad de este compromiso teatral que fue representar El hombre natural , por tanto, sería injusto pretender que fue un exceso suyo el peso plúmbeo del espectáculo. Es claro que en algún caso fue inevitable apelar al amaneramiento, para palabras que lo llamaban. Por contrapartida, fue también inevitable que en otros actores se revelara un servicio sin convicción, limitado a la letra del libreto. De todos modos el más entusiasta del reparto resultó ser, invisible pero señaladamente audible, el apuntador. C.M.M. 
(*IX)

LA MAESTRA RURAL

La última obra representada en 1947 fue la comedia dramática de Ignacio Sánchez Roge Maestra Rural, en el reparto figuraban: Enrique Guarnero, Rosita Miranda, Maida Calvo, Ramón Otero, Constante Scartaccini, Rómulo Boni, José Fernández, Flor de María Bonino, Horacio Preve, Humberto Navarro, Nelson Nazzari, Carlitos Vázquez Netto, Miguel Moya, Guzmán Martínez Mieres, Mora Galián, y Martha Castellanos. La escenografía de Enrique Lázaro.
La crónica de Martínez Moreno:
Como lo hiciera Zavala Muniz en su obra En un rincón del Tacuarí , Sánchez Rogé ha acumulado en los cuatro actos de su drama todo lo que a su juicio aflige la condición campesina; pero esta vez la redención depende de la maestra rural y todo puede ser cambiado por su fervor. La obra quiere ser un canto a esa abnegación; y supedita a ella el arreglo de un estado de cosas que muestra hasta el abigarramiento de todas las penurias, en la junción compendiosa y truculenta de todas sus dolorosas variantes.(...)
Es sin duda loable que se quiera exponer tal situación, sin gazmoñerías de fondo (aunque la prescindencia de ellas no apareja la del cuidado estético). Es sin duda menos pretextado en la nada un tema que reconoce tales sustentos que el de un Juan Felipe o un Hombre natural Pero eso no basta cuando se trata, ante todo, de hacer teatro sin perder la medida de la escena, de sus ineludibles exigencias. En ese sentido se tiende demasiado a creer que el relato de un exceso debe ser en sí mismo- otro exceso. Esta falacia desmedra La Maestra Rural y se suma a la otra, sustancial, de exponer males importantes para conjugarlos, despistarlos o disolverlos luego en la nada, tocando todas las desgracias con la varita de una inexplicada felicidad final, sobre cuyo gratuito asentamiento se iza el pabellón nacional y se dicen algunas palabras finales de inmotivada esperanza. Son cosas del corazón del hombre , como decían al final de Alto Alegre . C.M.M.
(*X)

A pesar de los cuestionamientos una vez finalizada la temporada en el Teatro Solís en diciembre se emprendió una gira que llevó a que algunos de estas obras se presentaran en las ciudades: Artigas, Salto, Paysandú, Fray Bentos, Mercedes, Carmelo y Florida. En enero de 1948 con el mismo repertorio se llegó a Trinidad, Durazno, Paso de los Toros, Tacuarembó Minas, Melo, Treinta y Tres, Rocha, San Carlos, Pando y Canelones. Por esta gira se recaudaron $ 9.454,12. (*XI)

Ovidio Fernandez Ríos felicitó a la Comisión de Teatros Municipales y a su presidente por considerar la gira como una etapa brillante de la vida cultural de la nación. Zavala Muniz destacó la perfecta organización y desarrollo del plan de trabajo propuesto y reiteró felicitaciones a Curotto Director General, Calderón de la Barca director de Escena y Casiraghi Administrador de la gira. (*XII)

Antonio Larreta que en el mismo año 1947 iniciaba sus tareas de cronista teatral en el diario El País recordaba cincuenta años después esta primera temporada:
Todas nacionales, todas muy por debajo de El león ciego y de las apetencias de un elenco caótico, pero ansioso por manifestarse y justificar su existencia. Aunque la batalla no se libraba en el escenario sino en los pasillos, en el tupí Nambá, en los diarios. De un lado Zavala Muniz con su perfil de prócer, su oratoria imparable, su tenacidad y también su indiscutible amor por el teatro y no menos importante que él, Curotto, enérgico y devoto, con su genio empresarial y su insobornable perfil bajo; frente a ellos, la malevolencia del ambiente, levantada sobre discrepancias políticas y estéticas, pero también sobre los celos, la impaciencia, el escepticismo acerca de la mera viabilidad de un teatro uruguayo que estaba aasomándose desde los primeros teatros independientes y que ahora se atrevía a treparse al primer escenario del país.
El que la Comedia sobreviviera a esa desastrosa temporada no se puede atribuir a otra cosa que al apasionado uso de su poder que hacía Zavala y al temple de Curotto.
 (*XIII)

NOTAS

(*I) Declaraciones de Ruben Yañez a la autora, 15 de julio de 2004.

(*II) Marcha, 31 de octubre de 1947, pag 13 firma G.N.

(*III) Declaraciones de Antonio Larreta a la autora, 24 de agosto 2004
(*IV) El Plata, 1º diciembre de 1947, pag 7 (relevado por David Telias)
(*V) Marcha, 26 de diciembre de 1947, pag 16
(*VI) Marcha, 24 de octubre de 1947, pag 13
(*VII) Marcha, 31 de octubre de 1947
(*VIII) Marcha, 7 de noviembre de 1947, pag 13
(*IX) Marcha, 28 de noviembre de 1947, pag 13
(*X) Marcha, 3 de diciembre de 1947, pag 13 
(*XI) Comisión de Teatros Muncipales, Acta 13 del 23 de abril 1948, Archivo Comedia Nacional. 
(*XII) Actas Comisión de Teatros Municipales, nº3, 18 de febrero de 1948, Archivo Comedia Nacional
(*XIII) Antonio Larreta, La vida breve en 50 años COMEDIA NACIONAL, I.M.M., 1997.

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