Meyerhold, En el fondo de un pozo vacío
Acosta aborda en esta obra el tema de la libertad en el arte frente al poder políici, proponiendo una reflexioń sobre las consecuencias negativas que provocan los dictados rigurosos y extremos impuestos por la autoridad cualquiera sea su ideología. Para ello, centra su abordaje dramático en la figura de Meyerhold, hombre de teatro y defensor de la revolución a quien presente en su período de conflicto frontal con los ideológos del stalinismo. El tema tiene una dimensión universal y plantea interrogantes de validez actual: ¿Cuál es la relación entre teatro y pueblo? ¿Es posible pensar que existe una única estética válida? ¿Cómo condenar la búsqueda creativa, el disenso, el desacuerdo? ¿No forman estos elementos la base del sano funcionamiento de cualquier comunidad? ¿Qué aprehensión lleva al poder a intentar controlar algo tan incontrolable como la libre capacidad de imaginar y crear? ¿No es la libertad de creación un derecho inalienable? En su trabajo de documentación para esta obra, Acosta viajó especialmente a San Petersburgo y Moscú donde se entrevistó con la nieta de Meyerhold. Para el autor, hay "un curioso y extraordinario paralelismo entre la cruzada de Meyerhold y la de Trepelv, emblemático personaje chejoviano protagonista de La Gaviota -que se alza contra los sacerdotes intocables de un arte pretendidamente sagrado."
Escrita y dirigida por Walter Acosta
Reparto
Meyerhold: Levón
Zinaïda, Dactilografa: Elisa Contreras
Alexander, inquisidor: Daniel Spinno Lara
Sorin, Pavel: Juan Alberto Sobrino
Treplev, Iván, Borkin: Pablo Varrailhon
Hombre sentado, Interrogador: Duilio Borch
Hombre de pie. Fiodor, Interrogador: Miguel Pinto
Boris, Interrogador, Apuntador: Luis Manzione
Escenografía: Claudio Goeckler
Vestuario: Laura Lockhart
Iluminación: Eduardo Guerrero
Maquillaje y pelucas: Antonio Bergamasco
Video: Juan Álvarez, Marcos Martínez
Estreno mundial: 2 de octubre de 2003